A pesar de que los encasillamos como los mismos, líder, mentor y jefe, la realidad no podría estar más alejada. Todos hemos conocido distintos tipos de jefes, desde los que son sumamente amables y atienden tus necesidades y dudas con paciencia, hasta los que reprochan sobre cada pequeña cosa que sucede durante el día.
La realidad es que estos tres, van de la mano: primero debemos convertirnos en buenos jefes, luego seremos grandes líderes y al final, nos buscaran por ser excelentes mentores.
Al convertirnos en jefes, empieza nuestro proceso de aprendizaje, aquí algunos de los desafíos que se encuentran en el camino:
1.- Comunicación y confianza: Conocer a tu equipo de trabajo siempre mejorará las condiciones en que éste labore, podrás ayudarlos a conseguir las metas más fácilmente porque has charlado con ellos y conoces sus debilidades y fortalezas.
2.- Sin favoritos: Cuando alguien es, claramente, el preferido del jefe, el resto del equipo comienza a demeritar, no solo el trabajo de la persona en cuestión, sino el propio. Siempre se debe mostrar una actitud equitativa con todo el equipo.
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3.- Sin exhibiciones negativas: Es importante identificar si un miembro está fallando a la hora de cumplir su labor y si es así, el asunto debe tratarse con discreción, jamás reprenderlo delante de todo mundo. Las victorias por otra parte, deben hacerse públicas para dar confianza no solo al jefe, sino al equipo entero.
4.- Conocerlo todo: Un buen líder siempre sabe en que está trabajando su equipo y conoce los aspectos negativos y positivos del proyecto; un mal jefe, deja que sus subordinados arreglen cualquier problema por sí mismos, olvidando que deben participar con ellos.
5.- Autoevaluación: Pregunta a ti mismo si tus subordinados tienen al jefe que a ti te gustaría tener. Esa es la manera más sincera de ver si estamos cumpliendo con nuestro trabajo.
6.- Misión cumplida si…: A pesar de que ya no trabajes en cierta área, la gente continua buscándote para recibir un consejo de tu parte.
7.- Mentor es: Inspiración para el equipo.
8.- Paciencia: Un buen mentor siempre tiene una respuesta acertada, son personas que respetan a sus superiores y subordinados,.
9.- Nada llega rápido: Hay que luchar para tomar una posición (líder, jefe o mentor). Solo el tiempo da a experiencia.¡ que requiere cualquiera de estos 3 cargos.