Casi todos te dicen que la primera impresión es muy importante, así que te vistes bien, tratas de tener un lenguaje corporal adecuado, prestas atención a una docena de cosas cuando interactúas con una persona por primera vez, en pocas palabras das lo mejor de ti.
Pero, ¿todo esto es realmente necesario?, ¿es realmente útil?
Mi respuesta es un rotundo “No”
Con eso no estoy diciendo que esté mal dar lo mejor de ti la primera vez, pero si crees que la primera impresión que diste no fue del agrado del otro o te puede perjudicar, tranquilo (a), para todo hay solución.
Las primeras impresiones son corregibles
Efectivamente, los primeros minutos de una interacción social tienden a tener más peso en como la otra persona te percibe que en cualquier otro período posterior de tiempo.
Sin embargo, aquí está lo importante: cuanto más tiempo extiendas la mayoría de las interacciones que tengas con otra persona, más capaz serás de cambiar la percepción que has creado.
Por ejemplo, en una conversación de 30 minutos, la primera impresión se crea en digamos, los primeros 3 minutos. Incluso si tú piensas que has dado una impresión terrible, tienes 27 minutos para recuperarte.
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No importa si hay gente a la que no le gustas
No tienes que esforzarte por caerle bien a la otra persona. Esto es sólo una actitud poco práctica, que te hace estar inseguro (a), además convierte la relación que tienes con la gente en una carga y te hace perder enormes cantidades de energía tratando de complacerlos.
Lo que realmente importa es tu estilo único de interacción social
En lugar de centrarte en aprender en cómo crear una buena primera impresión, lo mejor es que te centres en desarrollar tus habilidades interpersonales en general, es decir, aprende a ser un buen oyente y aprende a expresarte con fluidez, desarrolla tu conciencia social y desarrolla tus habilidades narrativas, pero hazlo para tu vida diaria, no para una primera ocasión.