El día de hoy quiero compartirte una historia: Las virtudes de los Árboles
Hace muchos años había un señor con mucho dinero que vivía cerca del desierto. Un día se dijo que necesita algo nuevo, algo diferente y comenzó a buscar un lugar distinto para construir una casa, un nuevo estilo de vida.
Después de un tiempo, encontró un campo donde casi no había árboles, sólo había dos, además había pasto y daba el sol. Estos dos árboles eran muy peculiares, ambos eran del tamaño de un edificio, la diferencia entre ellos era, que uno era muy frondoso, grueso, tenía muchas ramas, era muy verde, y no pasaba la luz del sol por el espesor de su follaje. El otro árbol era un poco más delgado y no tenía tantas ramas.
Cuando el señor llegó al lugar comenzó a inspeccionarlo, mirando a los dos árboles, éstos se dieron cuenta de que el señor los estaba observando. El árbol más delgado de pronto se sintió triste porque pudo adivinar que la casa sería construida debajo de su compañero, porque él era grueso y muy frondoso. Se sintió mal, pensó que no servía para nada por su delgadez.
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Pasado un rato, el señor advirtió la tristeza del árbol. Se le acercó y le preguntó la razón del porqué estaba triste. El árbol le respondió que ya sabía dónde construiría su casa y que había elegido a su compañero porque daba sombra. El señor movió la cabeza y le dijo que esa no era la razón:
“No busco sombra, tengo mucho dinero, si quisiera sombra me puedo comprar un bosque, pero mi deseo es tener un jardín y decidí hacerlo en este campo por ustedes dos; es cierto que tu amigo es frondoso, pero tú permites que entre la luz del sol, el viento y la lluvia que son necesarios para pueda florecer mi jardín, por eso lo construiré debajo de ti, ambos hacen un buen equipo y cada uno tiene sus virtudes, date cuenta que me ayudarás a darle vida a lo que tanto quiero: mi jardín.”
La moraleja de esta historia tiene que ver con el hecho de que muchos de nosotros vemos la virtudes del otro, pero no las nuestras, nos comparamos tanto con los demás que dejamos de ver lo bueno que tenemos nosotros.
Me gustaría que reflexionaras lo siguiente: jamás podrás ser como esa persona con la que te comparas, pero esa persona jamás será como tú.
Cada uno es bueno en algo, tal vez para cocinar, pintar, bailar, esto es lo que nos hace especiales.
Espero que con esta pequeña historia puedas darte cuenta de todas las cosas para lo que eres bueno, así que yo te pregunto:
¿Cuáles son tus virtudes?