Hoy hablaremos de lo que es el desapego y cómo saberlo aplicar a nuestra vida, pero primero es necesario que se hable de su contraparte: el apego emocional.
El apego es desear que las cosas funcionen como a nosotros nos me gustaría. ¡Ojo! No significa que no puedas desear algo, porque en este mundo desear algún bienestar es normal, el problema es cuando nos aferramos a que nuestra felicidad depende de ese deseo.
Para que se entienda mejor, el apego tiene que ver con tres aspectos:
- Escasez: es la creencia de la separación, es sentir que algo nos hace falta y no podemos estar o vivir sin eso. Sin embargo, cuando obtenemos eso que queremos, sentimos miedo, ansiedad, por perder eso que tenemos.
- Pensar que la felicidad está a fuera y no en ti: Entonces hacemos una serie de cosas que no nos gustan, pero lo hacemos porque queremos ser aceptados, y no existe una coherencia entre lo que pensamos, lo que decimos y lo que sentimos, entonces se crea un estrés, un malestar emocional.
- Inseguridad: esa falta de seguridad con uno mismo, porque creemos que la felicidad depende de otras personas, objetos o circunstancias.
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Pero, ¿cómo logró el camino del desapego?
El primer paso es la aceptación, pregúntate: ¿ Para qué estoy viviendo esta situación? La repuesta es fácil, para adquirir un aprendizaje. La aceptación es vivir la experiencia con sabiduría, darnos cuenta que gracias la experiencia que vivimos, podemos conocernos a nosotros mismos.
Acepto lo que estoy viviendo, aprendo de todo esto y cambio mi conciencia y mi Universo.
El segundo paso es la incertidumbre: Entender que nadie tiene el control. El querer controlar y vivir como víctimas nos hace entrar en el apego emocional, así que aprende a soltar, créeme las cosas vendrán por sí solas.
Finalmente los caminos fáciles no llevan lejos. Debemos ver cada circunstancia como una oportunidad, no como un problema, porque para sacar lo mejor de nosotros mismo, tenemos que encontrarnos con dificultades que no están allí por casualidad.
Vive cada relación con intensidad. Sé y deja ser, porque vivir la vida con desapego, es el máximo compromiso que tenemos con nosotros mismos.