Las seres humanos transmitimos energía negativa y positiva, pero muchas veces no somos capaces de detectar ante qué tipo de energía estamos lidiando. Es muy importante que No absorbas la energía negativa de los demás
Algunas personas con las que convivimos suelen emitir solo energía negativa y sin darnos cuenta nosotros la absorbemos.
1. No te enganches
¿Cuántas veces no te ha pasado que tus amigos más queridos se queja amargamente por algo que su pareja le hizo. Mientras tú haces el coraje de tu vida, al día siguiente ellos se reconcilian y andan como si nada.
Para evitar situaciones como esta, aprende a escucharlos, pero sin concentrarte en sus emociones. No te dejes contagiar por su negatividad y no sientas lo que te comparten como si te pasara a ti.
2. Aprende a identificar a quienes sólo buscan llamar la atención
Generalmente, cuando alguien comparte contigo un problema es porque se trata de una situación real que le afecta. Pero muchas veces, lo que en verdad buscan las personas que se quejan contigo es llamar tu atención y hacerse las víctimas para que sientas lástima por ellos.
Este tipo de personas tóxicas se caracterizan porque siempre tienen algo malo de lo cual lamentarse. Cuando acuden a ti para desahogarse, inconscientemente te transmiten su mala energía (si se los permites). Por más que los escuches y aconsejes nunca le dan solución a los problemas que los abruman, y siempre llegan a ti con el mismo drama.
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3. Se vale negarte a escuchar más y más problemas
No se trata de egoísmo ni de falta de empatía, sino de poner en primer lugar tu propio bienestar.
Si ya detectaste que una persona siempre te busca para sacar su negatividad pero no hace nada para arreglar las situaciones que se la provocan, es muy válido que te niegues a escuchar, o al menos a hacerlo cada vez que te busque.
4. Relaciónate con personas positivas
Evita relacionarte solamente con quienes se quejan constantemente y siempre tienen un nuevo drama. Tu empatía y buena vibra puede volverse un imán para este tipo de personas, pero aprende a poner límites.
Y sobre todo, procura cultivar amistades con gente positiva y optimista, rodéate de personas que sepan ver el lado bueno de la vida y que compartan contigo más alegrías que problemas.
5. Nunca te olvides de ti mismo y de tu salud emocional
Muchas personas le temen y huyen a la soledad, pero ésta es buena y necesaria para estar contigo mismo, conocerte mejor, reconocer tus necesidades emocionales y dedicar tiempo para hacer lo que te gusta.
Procura pasar algún tiempo a solas, ya sea para meditar, practicar alguna actividad física, consentirte en un spa, practicar tus hobbies, leer un buen libro o cocinarte algo delicioso.