La excelencia no es un acto, es un hábito que mantenemos para lograrlo constantemente, las batallas y obstáculos que nos da la vida, no siempre las ganan las personas más sabias o más fuertes. El que gana, es el que cree que va a lograrlo. La persistencia es la clave de la motivación
No dejes que nadie te diga que jamás vas a lograr algo, si tienes un sueño, consíguelo sin importar que, no dejes que nadie te lo robe, las personas que no creen en si mismas te dirán que no puedes lograrlo, las grandes oportunidades logran grandes momentos.
Demuéstrale al mundo lo grandioso que puedes llegar a ser, no te quedes en el suelo dejándote humillar, mantente fuerte y prepárate para las grandes cosas que vienen. No intentes ser perfecto, no se trata de ganar o del resultado que conseguirás en el exterior; esta lucha se trata sobre ti, sobre lo que se sientes, de tu entorno y tu relación con tus seres queridos, que sabes que tienes esa confianza de saber que no los vas a defraudar y que serás honesto.
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Y si no lo consigues, tú sabrás que hiciste lo mejor que pudiste y que diste todo lo que tu corazón podía ofrecer y lo dirás con un gran orgullo y alegría. A pesar de que este mundo no siempre esté pintado de rosa, que sepas que es un mundo cruel que no siempre tendrá buenas intenciones y no importa que tan fuerte seas, siempre habrá una manera de derrumbarte, pero tú decidirás cuántas veces permitirlo y cuántas veces levantarte. Si estás seguro de lo que vales, ve y consigue todo lo que te mereces, pero debes estar dispuesto a soportar los golpes que te dará la vida, y no culpar a nadie por lo que no has conseguido.
Tú no eres una persona cobarde, tú eres mucho mejor que todo eso, que todo lo que te limita. Demuestra lo grande que puedes llegar a ser y nunca te rindas, tú tienes el poder de cambiar el mundo y hacer que tu vida sea maravillosa. Todo es posible si tú lo crees.
